El expresidente de Bolivia, Evo Morales, cumple este sábado 2 de noviembre su primer día de huelga de hambre en protesta de la intervención policial y militar que se ejecutó en la víspera en el principal punto de bloqueo de carreteras y la captura de 66 de sus seguidores, a quienes investigarán por “terrorismo”.
El viernes 1 de noviembre, el Gobierno de Bolivia ejecutó un operativo policial y militar para despejar la carretera en Parotani, el punto principal de bloqueo de los leales a Morales.
Durante el operativo se detuvo a 66 personas, de las cuales 56 fueron trasladadas hasta La Paz, sede de Gobierno, para ser procesadas por el delito de terrorismo, informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
“Semejante intervención policial y militar en Parotani, por tierra y por aire, por ambos lados (de la ruta) prácticamente toda esa carretera militarizada. El Gobierno tiene derecho a garantizar el libre tránsito, por supuesto, pero con semejante represión (es) una nueva provocación por parte del Gobierno”, dijo el expresidente a la radio Kawsachun Coca.
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Morales fue entrevistado este sábado que cumple su primer día de ayuno voluntario para forzar al Ejecutivo un diálogo en el cual se aborden sus demandas políticas y económicas.
El exmandatario repudió la aprehensión de sus seguidores durante el operativo policial y militar.
Los bloqueos de carreteras en el Trópico de Cochabamba que conecta con el oriente de Bolivia, cumplen 20 días, así como las rutas hacia el sur del país.
Con los cierres carreteros, los seguidores de Morales exigen que se retiren los procesos judiciales contra su líder por trata de personas y estupro, se resuelvan los problemas económicos y también en defensa de la candidatura presidencial del político para los comicios de 2025.