Exasesor espiritual de Trump se declara culpable de abuso sexual a menor en Estados Unidos
evangelio | 3 octubre, 2025

Robert Preston Morris, pastor evangélico y antiguo consejero espiritual del expresidente Donald Trump, se declaró culpable de cinco cargos de abuso sexual en contra de una menor, en un caso que remonta sus orígenes a la década de 1980.

El religioso, de 64 años, reconoció ante un juez del condado de Osage, Oklahoma, haber mantenido conductas de carácter sexual con Cindy Clemishire, quien entonces tenía apenas 12 años de edad. El abuso, según los testimonios, se prolongó durante cuatro años, periodo en que Morris viajaba como evangelista itinerante y se aprovechó de su posición de confianza.

La declaración de culpabilidad se dio como parte de un acuerdo judicial que establece una condena suspendida de diez años, de los cuales el exlíder religioso deberá cumplir seis meses de prisión en la cárcel del condado.

Además, se ordenó su inscripción en el registro de delincuentes sexuales y el pago de 250 mil dólares a la víctima como compensación por el daño sufrido. Durante la audiencia, Clemishire, hoy de 55 años, tomó la palabra para subrayar que no existía posibilidad alguna de consentimiento en una niña de 12 años y afirmó que, tras décadas de silencio, “finalmente se hace justicia”.

Morris fundó en el año 2000 la megaiglesia Gateway en Southlake, Texas, que llegó a congregar a decenas de miles de fieles y se consolidó como una de las organizaciones religiosas más influyentes del país. Su cercanía con figuras políticas, incluido Donald Trump durante su presidencia, lo convirtió en un referente del ala evangélica republicana.

Sin embargo, el peso de las acusaciones, que fueron retomadas públicamente en 2023, provocó su renuncia como pastor principal en 2024 y desencadenó un éxodo de feligreses.

El caso ha generado repercusión internacional no solo por la notoriedad de Morris dentro de los círculos religiosos y políticos de Estados Unidos, sino también porque pone de relieve la capacidad de supervivencia de las denuncias históricas frente a la impunidad.

La fiscalía de Oklahoma subrayó que el reconocimiento de culpa constituye un precedente para víctimas que enfrentan abusos cometidos hace décadas, mientras que organizaciones civiles en el país señalaron que el desenlace confirma la necesidad de revisar las estructuras de poder y encubrimiento que durante años blindaron a líderes religiosos.

La caída de Morris, enmarcada en una sentencia que combina cárcel, registro criminal y reparación económica, simboliza también un golpe para los sectores evangélicos ligados al poder político en Washington. Su caso recuerda que, aun con el paso del tiempo y con la protección que otorgan los púlpitos y los círculos de influencia, la justicia puede alcanzar a quienes abusaron de su autoridad en perjuicio de los más vulnerables.

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