Trabajar en exceso y pasar largas horas sentados puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo, incluyendo hipertensión, problemas cardíacos, ansiedad, depresión y trastornos del sueño, según investigaciones recientes.
Un informe de la OMS y la OIT reveló que la mayoría de las muertes relacionadas con el exceso de trabajo ocurren en personas mayores de 60 años que trabajaron 55 horas o más semanalmente en su juventud.
Los efectos negativos de trabajar en exceso pueden no ser evidentes hasta después de diez años.
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Incluso una semana laboral de 40 horas puede ser perjudicial para la salud, sugieren los estudios; algunos países, como Islandia y Dinamarca, están implementando semanas laborales más cortas y más vacaciones para mejorar la calidad de vida y reducir el estrés.
Además del exceso de trabajo, pasar demasiado tiempo sentado, especialmente para los trabajadores de oficina, puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes tipo 2. Los expertos recomiendan pausas regulares y actividad física para mitigar esos riesgos.
Sin embargo, la actividad física en el trabajo manual puede ser perjudicial si es intensa y no permite la recuperación adecuada.
El control sobre el entorno laboral y la flexibilidad horaria son factores importantes para reducir el estrés y mejorar la salud mental de los empleados.
Los empleados con más control sobre su trabajo y horario tienden a experimentar menos estrés y mejores resultados de salud.