La fiscal Bertha Alcalde Luján presentó los avances en la investigación del trágico accidente ocurrido el pasado 10 de septiembre en el Puente de la Concordia en Iztapalapa, donde una pipa perdió el control y provocó un fuerte siniestro. El informe se basa en datos de telemetría GPS, peritajes técnicos y análisis de especialistas en tránsito terrestre.
Durante su exposición, la fiscal explicó que el incidente fue el resultado de una combinación de tres factores determinantes: las condiciones del camino, las características del vehículo y el factor humano, siendo este último el más influyente en el desenlace fatal.
Según el dictamen oficial, el conductor de la pipa, Fernando Soto Munguía, de 39 años, conducía a 44 km/h, superando el límite permitido de 40 km/h al tomar una curva crítica del circuito vial. A pesar de que la diferencia de velocidad parece mínima, expertos señalaron que fue suficiente para perder el control del pesado vehículo.
El perito en tránsito terrestre Víctor Eduardo Garduño Sánchez indicó que el chofer no logró mantener el tractocamión dentro de su carril al tomar la curva, lo que provocó que impactara contra las barreras de contención del puente.
“La causa inmediata fue la falta de pericia del conductor para maniobrar adecuadamente en ese tramo”, afirmó Garduño.
Contrario a algunas versiones iniciales, los peritajes descartaron fallas mecánicas.
El tractocamión estaba en buen estado general, sin señales de fugas ni desperfectos técnicos antes del accidente.
Las autoridades concluyeron que el accidente pudo haberse evitado si se hubiera respetado la velocidad máxima y se hubieran extremado precauciones al tomar la curva. La Fiscalía aseguró que estos hallazgos servirán para implementar nuevas medidas de prevención vial y reforzar la capacitación de operadores de transporte pesado.
El caso sigue abierto, pero las conclusiones preliminares apuntan a un error humano como la causa principal.