Expertos y organizaciones señalan que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Ley de Aguas Nacionales (LAN), establecidas durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, no están preparadas para afrontar la crisis del agua y la sequía en México.
Critican que esas instituciones tratan el agua como una mercancía, no monitorean adecuadamente su disponibilidad y otorgan concesiones de forma irresponsable, lo que ha llevado a la sobreexplotación de acuíferos.
En la actual administración, los expertos denuncian que funcionarios con vínculos a intereses corporativos han obstaculizado los cambios necesarios en asuntos como acceso a la información, transparencia en las concesiones y democratización del sistema.
La falta de medidas para corregir problemas como el sobreconcesionamiento, acaparamiento, despojo y contaminación del agua también limitan una solución.
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Elena Burns, de la Coordinadora Nacional Agua para Todos, advierte sobre las graves consecuencias de esa situación, resaltando la falta de protección, la ausencia de inspectores, presupuesto insuficiente y pérdida de casos por parte del área jurídica de la Conagua.
Además, se destaca también la falta de estudios de disponibilidad antes de otorgar concesiones, lo que agrava las crisis del agua en el país.
La crisis del agua en México se agrava debido al abandono de estaciones hidrométricas, la sobreconcesión de aguas subterráneas y superficiales, la contaminación de cuerpos de agua y un marco regulatorio deficiente.
A pesar de los intentos por limpiar la Conagua, la corrupción y la mala gestión han persistido, llevando al presidente Andrés Manuel López Obrador a implementar cambios en el organismo.
La falta de acción efectiva por parte de Conagua y la LAN ha suscitado preocupaciones entre expertos y organizaciones, quienes demandan una reforma integral que garantice la protección del recurso hídrico y el cumplimiento del derecho humano al agua en México.