Una explosión vinculada al almacenamiento ilegal de pirotecnia generó una emergencia mayor en la localidad de Pesquería, Nuevo León, donde tres personas perdieron la vida y seis más resultaron heridas. El incidente, registrado en un taller clandestino al norte del país, activó la respuesta inmediata de los cuerpos de emergencia y expuso nuevamente los riesgos asociados a la manipulación irregular de estos materiales.
Las primeras labores de rescate ubicaron a dos de las víctimas en el punto del estallido, mientras que una tercera murió más tarde en un hospital debido a la gravedad de las lesiones. El impacto no solo dejó afectaciones humanas: cuatro viviendas sufrieron daños directos por el fuego y la estructura colapsada, y al menos otras 20 casas reportaron afectaciones provocadas por las ondas expansivas que sacudieron la zona habitacional.
Equipos de Protección Civil y servicios de emergencia trabajaron en la contención del siniestro, la atención de los heridos y la remoción de escombros en un perímetro que quedó inestable tras el incidente. Las autoridades locales mantienen investigaciones abiertas para determinar responsabilidades y reforzar la vigilancia en torno al manejo clandestino de pirotecnia, una práctica que cada fin de año deja episodios similares en diversas regiones del país.
La comunidad de Pesquería permanece en alerta ante eventuales riesgos residuales y a la espera de información oficial sobre apoyos, reparaciones y medidas preventivas que eviten nuevas tragedias asociadas a la fabricación y almacenamiento irregular de explosivos artesanales.