A nueve meses de que se actualizó el tipo penal a nivel estado por el delito de extorsión, se han registrado más de 200 querellas.

El informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) refiere un incremento exponencial respecto a lo tabulado en años pasados.

En promedio, por año se estaban investigando menos de 20 casos de extorsión debido a la escasa cultura de la denuncia y a las complejidades para acreditar el delito de extorsión ante la Fiscalía de Michoacán.

En comparación con la media histórica, Michoacán registra 400 % de incremento, según los datos de la asociación Semáforo Delictivo en la última actualización de noviembre.

En el comparativo con 2022, el incremento es de más de 256 %, en tanto que la cifra, se estima, seguiría creciendo por la figura de investigación de oficio en casos mediatizados.

También se destaca que las principales ciudades, como Morelia, es donde se concentra la mayor cantidad de casos de extorsión.

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La tendencia anterior colocó a Michoacán como foco rojo en el mapeo de la organización Semáforo Delictivo, al contar con una tasa de incidencia superior a la media nacional.

Si bien en la mayor parte del territorio nacional se registra dicho fenómeno, en lo local se cuenta con el avance de la reforma al código penal sobre el delito de extorsión presentado hace tres meses.

Especialistas han advertido que la cifra negra alcanza hasta 97 % en los casos de extorsión en Michoacán.

El fenómeno delictivo sigue creciendo, arropado por los niveles más altos de impunidad desde hace más de 15 años.

Ello, derivado de que durante años se normalizaron fenómenos como el cobro de piso, las extorsiones vía telefónica, la presión a través de los grupos armados y muchas otras formas de violencia.