La familia del exagente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, presentó una demanda civil en la Corte del Distrito Sur de California contra tres exlíderes del Cártel de Guadalajara, a quienes responsabilizan por su secuestro, tortura y asesinato en 1985.

La querella se basa en la Ley Antiterrorista de Estados Unidos y exige una indemnización millonaria por daños físicos, emocionales y psicológicos sufridos por los familiares de la víctima.

La demanda señala como responsables a Rafael Caro Quintero, recientemente extraditado a Estados Unidos; Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”, quien cumple prisión domiciliaria en México; y Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, recluido en Puente Grande, Jalisco.

Además, se menciona al Cártel de Sinaloa como una organización terrorista extranjera, sucesora del Cártel de Guadalajara.

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El documento legal acusa a los implicados de cometer actos de terrorismo internacional y homicidio premeditado, alegando que el asesinato de Camarena buscó intimidar a la población y presionar a los gobiernos de México y Estados Unidos.

Según la denuncia, el exagente fue secuestrado, torturado durante más de 30 horas y su cuerpo apareció junto al del piloto Alfredo Zavala con signos de extrema violencia.

La familia solicita sanciones punitivas, compensaciones económicas y el uso de bienes decomisados al Cártel de Sinaloa para cubrir los daños.

Aunque se prevé que los demandados no respondan a la querella, el caso podría resultar en una condena simbólica con relevancia histórica y política en la lucha contra el narcotráfico.