Familia de víctima de feminicidio expresa inconformidad con aspiración de Froylán Muñoz a la Fiscalía
evangelio | 24 julio, 2025

La aspiración de Froylán Muñoz Alvarado, exmagistrado federal y actual contendiente para encabezar la Fiscalía General de Michoacán, ha reactivado el debate en torno a uno de los feminicidios más significativos ocurridos en Morelia, el de María José “Marijó” Medina Flores.

Marijó tenía 19 años cuando en 2017 fue asesinada afuera de un bar en la capital michoacana, un hecho que generó protestas y movilizó a colectivos feministas que exigieron justicia con perspectiva de género. El caso fue considerado un punto de quiebre en la discusión pública sobre la violencia contra las mujeres en Michoacán. Los responsables fueron condenados inicialmente a 35 años de prisión, pero la pena fue reducida a 27 después de que un tribunal colegiado, en el que Muñoz participaba como magistrado federal, aplicó criterios legales vigentes en ese momento.

Te puede interesar: Alfonso Martínez avala posible llegada de Torres Piña a Fiscalía General de Michoacán

Armando Medina, padre de Marijó, expresó su inconformidad la semana pasada en una conferencia de prensa realizada en Morelia y días antes también se pronunció en sus redes sociales. Señaló que decisiones como la reducción de la condena envían un mensaje equivocado a la sociedad y cuestionó que un perfil asociado a ese fallo pueda representar a una institución que debe ser la principal garante de justicia para las mujeres en un estado con altos niveles de impunidad.

El Congreso local está en la fase final del proceso de designación. La votación para conformar la terna de aspirantes se prevé esta misma semana y se espera que la elección definitiva se concrete durante el fin de semana. El nuevo fiscal asumirá el cargo el 20 de agosto, cuando concluya el mandato del actual fiscal interino.

Muñoz ha defendido su trayectoria asegurando que sus resoluciones han sido siempre apegadas a la ley y ha insistido en que el proceso de selección debe realizarse con total transparencia. Sin embargo, el caso Marijó permanece como un recordatorio de que en Michoacán la confianza en la justicia no depende solo de la aplicación técnica de las normas, sino también de la percepción de que las instituciones actúan con sensibilidad y determinación frente a los crímenes que más indignan a la sociedad.

Comparte