El 6 de noviembre, la sentencia de Diego Urik, feminicida de Jessica González, fue reducida seis años y medio, de 50 a 43 años y seis meses, bajo el argumento de respetar el derecho del joven de 21 años de reinsertarse socialmente. Tras la disminución en la condena, la familia González ya prepara un amparo ante lo que califican como una demostración más de cómo se pisotean los derechos de las víctimas.

En entrevista, la madre de Jessica, Verónica Villaseñor, aseguró que, pese a que se encuentra asqueada y decepcionada del sistema penal en Michoacán, continuará con la batalla legal para que Diego Urik tenga una “pena ejemplar” ante el asesinato de la joven docente.

“Estoy tan decepcionada, tan asqueada de todo esto que no quiero hacer absolutamente nada. Sin embargo, sé perfectamente que si no hago nada es como si estuviera de acuerdo con toda esa situación, entonces, claro que voy a hacer lo que corresponde y vamos a trabajar sobre ese amparo porque no tendrían porqué cuidar ese derecho de él, cuando nadie cuidó los derechos que mi hija tenía”.

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Señaló que se apelará a las características del delito que cometió Diego. Al subrayar que el asesinato de Jessica se llevó a cabo con crueldad, con saña y con violencia extrema, ya que aseguró que las pruebas durante el juicio constataron que no hubo arrepentimiento por parte del ahora sentenciado.

Verónica afirmó que una de las cosas más dolorosas de esta resolución, es el tener que explicarle a su familia que “los derechos de los asesinos, valen más que los de las víctimas”.

El 21 de septiembre de 2020, Jessica González Villaseñor salió de su casa para tomar un café con un joven con el que se frecuentaba, Diego Urik Mañón. Después de la cita, nadie volvió a saber de ella hasta cuatro días después, cuando su cuerpo sin vida y con signos de violencia fue encontrado en un predio al sur de Morelia.

En febrero de 2023, después de más de dos años y medio de proceso penal, Diego Urik Mañón Melgoza fue encontrado culpable del feminicidio de Jessica González, por lo cual fue condenado a 50 años de prisión.