El FBI inició una investigación contra el exdirector de la agencia, James Comey, por una pesquisa extraoficial que llevó a cabo hace una década.

Según un informe de The Washington Times, la investigación se centra en una operación encubierta en la que se infiltraron dos agentes del FBI en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 para obtener información comprometedora sobre el candidato republicano.

Esta operación no fue registrada oficialmente y se ocultó a las autoridades correspondientes.

Los testimonios de un informante anónimo revelaron que los agentes encubiertos fingieron intereses románticos o sexuales hacia los miembros de la campaña para obtener información incriminatoria.

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El informante también acusó a Comey de haber dirigido personalmente la operación secreta.

La investigación fue cerrada después de que un periódico obtuviera una foto de una de las agentes encubiertas, aunque el FBI intervino para evitar la publicación, argumentando que la identidad de la agente estaba en peligro.

Además, el informante detalló que uno de los agentes involucrados fue transferido a la CIA para evitar que testificara sobre la operación, mientras que el otro fue ascendido dentro del FBI.

La denuncia también menciona que empleados del FBI recibieron órdenes de no hablar sobre la operación, lo que fue interpretado como una amenaza directa.

Aunque la investigación no encontró evidencia de que la información obtenida haya sido utilizada en contra de Trump, las revelaciones sobre la operación encubierta han levantado sospechas sobre posibles prejuicios dentro del FBI.