De acuerdo con el Centro de Predicción Climática (CPC) del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, se espera que El Niño continúe durante las próximas temporadas, con una probabilidad del 73 % de una transición a ENSO-neutral favorecida durante abril-junio de 2024.

El fenómeno de El Niño se caracteriza por una alteración de los patrones de viento que resulta en temperaturas más cálidas en la superficie del océano en el Pacífico oriental y central.

Dicho fenómeno puede provocar eventos climáticos extremos como incendios forestales, ciclones tropicales y sequías prolongadas, lo que puede afectar los mercados, especialmente los emergentes, más expuestos a las fluctuaciones de los precios de los alimentos y la energía.

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En Brasil, se ha observado un aumento en los precios de alimentos básicos como la carne de vacuno y el arroz, atribuido a una caída en la producción agrícola relacionada con El Niño, ya que el fenómeno ha perturbado la producción de cereales en todo el país debido al calor excesivo y la sequedad.

Por otro lado, Ecuador ha tenido que racionar la energía debido a una sequía causada por El Niño, lo que ha reducido la producción de las centrales hidroeléctricas.

En cuanto a los efectos en Estados Unidos, el presidente de Generac, Aaron Jagdfeld, mencionó que El Niño suele producir inviernos más cálidos y húmedos, lo que puede resultar en fuertes nevadas y cortes de electricidad.

En los últimos 10 años, Generac ha observado un aumento del 20 % en los cortes de electricidad en Estados Unidos durante los meses de invierno de El Niño.

Además, la Oficina Meteorológica de Japón declaró que existe 40 % de probabilidades de que El Niño se prolongue hasta el final de la primavera del hemisferio norte.