En una final emocionante y con mucha pasión en la tribuna, el Fluminense se consagró campeón de la Copa Libertadores, luego de vencer 2-1 a Boca Juniors en el estadio Maracaná.

Durante los primeros minutos, ambos equipos dedicaron a estudiarse, pero fue el conjunto brasileño quien se animó a ser más agresivo, por lo que al minuto 36 abrió el marcador por la vía de Germán Cano con un disparo bien colocado.

En el segundo tiempo, Boca se fue al frente en busca del empate; sin embargo, su ataque era pasivo, pues no existía el factor sorpresa que rompiera con el esquema defensivo del Fluminense.

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No obstante, como suele suceder en este tipo de situaciones, las individualidades son las que salen a relucir y fue el peruano Luis Advíncula quien remató desde afuera del área para el 1-1.

Tras los 90 minutos, el partido se fue a tiempos extras, donde Fluminense fue más y al 99′ cuando John Kennedy pondría el 2-1 con un remate que dejó sin oportunidad al guardameta Sergio Romero.

Boca se lanzó con todos sus elementos y su historia para alargar la serie a penales, pero los brasileños supieron sufrir y ahogaron el deseo de los argentinos de obtener su séptima copa.