La representante de alto rango del Fondo Monetario Internacional (FMI), Ceyla Pazarbasioglu, declaró que el FMI sigue a favor de abordar los problemas de deuda soberana de manera individual, pero está monitoreando la situación para estar preparado en caso de que se requiera un enfoque más generalizado.
Pazarbasioglu señaló que las perspectivas económicas globales indican que es probable que las tasas de interés sean más altas y volátiles, lo que dificultará que los mercados emergentes reduzcan sus altos niveles de deuda.
Aunque no ha habido grandes problemas de solvencia en los mercados emergentes y países en desarrollo en los últimos meses, Pazarbasioglu expresó su preocupación por el hecho de que la deuda pública mundial récord y los altos costos del servicio de la deuda estén desplazando la inversión en educación e infraestructura.
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Aunque el marco común del G-20 para la reestructuración de la deuda ha sido útil para apoyar a los países que necesitaban alivio, Pazarbasioglu consideró que se necesita hacer mucho más, incluyendo un alivio más rápido y predecible que alcance a un grupo más amplio de países.
La funcionaria indicó que, si bien el FMI favorece un enfoque caso por caso, sería importante explorar otras aproximaciones en el futuro.
Según Pazarbasioglu, la carga promedio del servicio de la deuda externa de los mercados emergentes, un indicador clave para evaluar el riesgo de incumplimiento de pago de un país, actualmente se sitúa en alrededor del 11 % de los ingresos, en comparación con el 8 % de hace una década.
Para los países de bajos ingresos, la cifra anteriora es aún más alta, gastando alrededor del 14 % de sus ingresos en el servicio de la deuda, en comparación con el 6 % de 2013.