El presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzó en contra del formato del primer debate presidencial, a cargo del Instituto Nacional Electoral, considerándola una forma de golpeteo para su gobierno.

En conferencia de prensa matutina, el mandatario dijo que durante meses se ha sostenido una campaña de desprestigio en contra suya y de su gobierno en medios de comunicación y redes sociales.

Programas como el de los periodistas Carlos Loret de Mola y Ciro Gómez Leyva, dijo, están financiados por vendedores de medicamentos y constructores de hospitales, todos con “contratos leoninos”.

De hecho, una de las transmisiones que causó ruido en redes fue la de Gómez Leyva luego del debate, pues tuvo de invitado a Epigmenio Ibarra, un comunicador allegado al gobierno actual, y Germán Martínez, expresidente nacional del PAN.

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La conversación fue llamativa pues el conductor, a ratos, parecía presionar a Ibarra, haciéndole un 2 vs. 1 en la mesa posdebate.

“A pesar de toda esa campaña de desprestigio (…) en toda la narrativa del debate se habló de lo que sostienen nuestros adversarios de los medios de comunicación”, aseguró esta mañana el presidente López Obrador.

“Es la narrativa de Televisa y de TV Azteca, y del Reforma y El Universal”, dijo en torno a las preguntas de ciudadanos que los moderadores Denise Maerker y Manuel López San Martín leyeron para los candidatos.

López Obrador sostiene que con el formato del debate se les dejó a los moderadores la elección de las preguntas, todas criticando el sistema de salud actual, el combate a la corrupción, educación y la inseguridad “sin reconocer absolutamente nada [bueno], ¡qué mal en todo!”.

“Aun así, no pudieron dejar mal lo que se ha hecho en el combate a la corrupción… No fueros capaces de hacer distinciones, todo fue a tabla rasa”, aseveró.

López Obrador resaltó que durante su gobierno no se condonan impuestos a televisoras como Televisa y prometió que antes de terminar su gobierno México tendrá un sistema de salud de alta calidad.