En una declaración conjunta sin precedentes, los líderes de Francia, Canadá y Reino Unido han elevado la presión sobre Israel para que cese sus operaciones militares en Gaza y desbloquee la ayuda humanitaria.

El francés Emmanuel Macron, el canadiense Mark Carney y el británico Keir Starmer calificaron las acciones israelíes de “escandalosas” y advirtieron que, de no haber cambios, responderán con “medidas concretas”, sin especificar cuáles.

La declaración surge en medio de la creciente preocupación internacional por la crisis humanitaria en Gaza, donde la ONU alerta sobre el riesgo de hambruna.

Los mandatarios, si bien reconocieron el derecho de Israel a defenderse tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, consideran que la actual escalada es “totalmente desproporcionada”.

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Condenaron el “odioso lenguaje” de algunos miembros del gobierno israelí y advirtieron que el desplazamiento forzoso de civiles constituye una violación del derecho internacional.

“No nos quedaremos de brazos cruzados mientras el gobierno de Netanyahu continúa con estas acciones escandalosas”, sentenciaron.

El comunicado también aborda el futuro de la región, con una referencia a la conferencia del 18 de junio en Nueva York para la solución de dos Estados.

Macron, Carney y Starmer se comprometieron a trabajar con la Autoridad Palestina, socios regionales, Israel y Estados Unidos para lograr un consenso sobre el futuro de Gaza, basado en el plan árabe.

“Estamos decididos a reconocer un Estado palestino como contribución a la consecución de una solución de dos Estados, y estamos dispuestos a trabajar con otros a tal fin”, enfatizaron.

La ofensiva israelí en Gaza se desencadenó tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, que dejó mil 218 muertos en Israel y 251 secuestrados.

Según el Ministerio de Salud gazatí, la contraofensiva israelí ha causado la muerte de más de 53 mil 486 personas en Gaza, una cifra considerada fiable por la ONU