El director y productor Francis Ford Coppola llegó como el invitado más importante del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) para presentar su más reciente película: Magalópolis, cuyo lanzamiento comercial en México será esta misma semana a través de Cinépolis Distribución.
La ambiciosa cinta comenzó a proyectarse en salas de Estados Unidos y otras partes del mundo desde el 27 de septiembre con resultados catastróficos, pues apenas ha recaudado 11 millones de dólares, mientras que su costo fue de 120 millones.
Lo peor de todo es que el presupuesto salió de los bolsillos del propio realizador, pues ningún estudio quiso subirse a un proyecto que Coppola soñaba hacer desde hace cuatro décadas.
Megalópolis parecía tenerlo todo: un director de culto, un reparto inmejorable (Adam Driver, Giancarlo Esposito, Nathalie Emmanuel) y una historia de ciencia ficción apocalíptica.
Pese a ello, la conexión con las audiencias ha sido nula y la pérdida económica raya en el escándalo, lo que demuestra que no hay fórmulas mágicas para convencer a los cinéfilos.
Por ahora, la cinta se ubica en el top de los mayores fracasos del año, junto a Joker 2 y Argylle. El laureado director de cintas como la trilogía de El Padrino está curtido en lidiar con los problemas financieros.
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El rodaje de Apacalyse Now también lo dejó en la quiebra absoluta, pero en esa ocasión pudo recuperarse con una gran taquilla, además de ganar la Palma de Oro en Cannes.
En la década de los 80, las deudas le llegaron hasta el cuello, sobre todo por los gastos que implicaba la operación de su compañía American Zoetrope, fundada también por George Lucas.
En 1981 dirigió el musical One from the Heart, con un costo de 20 millones de dólares y una recaudación que no llegó ni a los 2 millones.
Algo similar ocurrió con The Cotton Club (1984), que pese a tener buenas críticas, no fue respaldada por las audiencias, sin importar que su protagonista fuera el ya popular Richard Gere.
Tras los reiterados tropiezos en esa década, no tuvo más remedio que regresar a lo seguro y en 1991 dirigió la culminación de El Padrino, que además de otorgarle un gran sueldo, tuvo buenos dividendos en las salas.
La racha positiva siguió con Drácula (1992), que con actuaciones de Gary Oldman, Winona Ryder, Anthony Hopkins, Keanu Reeves obtuvo carretadas de dólares en taquilla.
A su llegada a Morelia, Francis Ford Coppola ya se ha referido al fracaso taquillero de Megalópolis, subrayando que hoy en día se piensa que el éxito económico de una película es una buena forma de juzgarla. En entrevista con el diario El Universal, atajó que no le interesa solo el lado financiero, sino hacer filmes “que iluminen la vida contemporánea”.