En México, los fraudes financieros siguen dejando a miles de personas sin recursos, tanto a través de métodos tradicionales como los préstamos exprés, como mediante nuevas estrategias impulsadas por inteligencia artificial.
Autoridades del sistema financiero alertan que es momento de que los usuarios desarrollen una sana desconfianza ante ofertas de financiamiento demasiado atractivas o rendimientos altos.
Los reguladores han comenzado a exigir a todos los intermediarios financieros, no solo a bancos, mecanismos sólidos de prevención de fraude y un seguimiento cercano a las víctimas, para evitar que queden desprotegidas.
Una encuesta de la plataforma Kardmatch reveló que al menos tres de cada diez usuarios de aplicaciones financieras reportaron algún tipo de fraude. Entre los casos destacan depósitos no solicitados, pagos anticipados que nunca se concretaron y cobros indebidos.
Joel Cortés, director de Kardmatch, advirtió que estas aplicaciones operan sin supervisión clara, algunas bajo la Condusef y otras bajo Profeco, mientras grandes plataformas publicitarias permiten su difusión sin verificar su legalidad.
Además, se han detectado prácticas abusivas como cobranzas ilegales y cambios unilaterales en tasas o plazos, lo que deja a los usuarios expuestos a pérdidas y amenazas.
Óscar Rosado Jiménez, presidente de Condusef, insistió en que, aunque las quejas han disminuido, los fraudes persisten y adoptan nuevas formas, incluyendo la suplantación de figuras públicas.
Por ello, destacó la necesidad de fomentar una cultura de seguridad digital que combine precaución y desconfianza ante ofertas sospechosas. Paralelamente, la CNBV solicitará a las Sofipos implementar controles antifraude similares a los de los bancos para proteger a sus clientes y recuperar su confianza.