Una fuga de agua en el Museo del Louvre ha dañado cientos de documentos bibliográficos y documentación científica de alto valor para investigadores. Según la administración del museo, el incidente fue causado por la apertura accidental de una válvula en el sistema de calefacción. Esto provocó que el agua se filtrara en el ala Mollien, afectando material relacionado principalmente con la egiptología.
A pesar del gran número de materiales afectados, la subadministración del Louvre ha confirmado que ningún objeto patrimonial ni pieza de arte de la colección se vio dañado, descartando así pérdidas “irreparables o definitivas”.
Este incidente se suma a un escándalo previo, el robo de joyas ocurrido en octubre, y ha reavivado las preocupaciones sobre la antigüedad y el estado de la infraestructura del museo más visitado del mundo. El Louvre ha admitido que su sistema de calefacción y ventilación está “completamente obsoleto”.
Ante la situación, la administración anunció planes para reemplazar el sistema a partir de septiembre de 2026. Además, se llevará a cabo una investigación interna para determinar la causa exacta de la filtración y tomar medidas que garanticen que un incidente similar no se repita en el futuro.