La asociación Nofumadores advirtió que fumar no solo afecta al corazón y los pulmones, sino que también provoca una pérdida de volumen cerebral, lo que incrementa el riesgo de padecer Alzheimer y otras demencias.

Esta advertencia se basa en investigaciones recientes que muestran cómo el cigarro daña directamente el sistema vascular cerebral.

Uno de los estudios citados, liderado por la Universidad de Washington en St. Louis, revela que el daño cerebral por tabaquismo es dosis-dependiente: mientras mayor sea el consumo, mayor será la reducción del volumen cerebral.

Otra investigación, publicada en JAMA Network Open, subraya que dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de demencia, mientras que solo disminuir el consumo no ofrece protección real.

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Raquel Fernández, presidenta de Nofumadores.org, cuestionó que aún se ignore el papel del tabaquismo en enfermedades neurodegenerativas. “Prevenir el tabaquismo resulta fundamental para proteger a cientos de miles de familias del impacto económico y emocional de una enfermedad que hoy no tiene cura”, declaró.

La organización también enfatizó que el cigarro incrementa el riesgo de demencia vascular, una de las más comunes después del Alzheimer, al dañar los vasos sanguíneos cerebrales y provocar microinfartos.

Dejar de fumar, concluyó, no solo previene este deterioro, sino que ralentiza su avance en personas con síntomas iniciales.