El lunes 30 de diciembre, Alejandro salió de su casa en Tuxpan, en Michoacán, sin imaginar que más tarde sería asesinado a golpes.

Horas más tarde, Alejandro volvió a casa con signos de violencia, por lo que su esposa lo llevó al hospital, donde finalmente murió.

Se señala que el albañil presuntamente fue golpeado por órdenes de un funcionario.

Tras las denuncias, la Fiscalía de Michoacán instruyó a la Unidad Especializada de Investigación y Persecución del Homicidio Doloso llevar la investigación desde Morelia.

Hubo acusaciones de omisiones por parte de la fiscalía regional e injerencia de funcionarios municipales para bloquear la investigación.

El 23 de diciembre de 2024, Alejandro fue denunciado por un particular por el delito de lesiones.

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El hombre de 40 años de edad tuvo entonces un desencuentro de carácter personal.

Ese mismo día, Alejandro denunció el robo de una camioneta Ford tipo pick-up de su propiedad, presuntamente por parte de policías locales.

Población de la región, medios y familiares señalan que la víctima había sido amenazada por funcionarios del Ayuntamiento de Tuxpan.

Activistas sostienen que Alejandro compartió videos que exhiben el abuso de autoridad de la síndica de Tuxpan y policías municipales al denunciar el robo.

Incluso se habla de que Alejandro habría sido “levantado” por un grupo delictivo y finalmente privado de la vida.

Durante la necropsia, el médico forense determinó que la causa de muerte se debió a traumatismo abdominal derivado de golpes contusos.

La Fiscalía de Michoacán no descarta ninguna línea de investigación y continúa con las actuaciones que permitan su esclarecimiento.

Con base a lo anterior, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos inició una investigación de oficio por omisión de investigación.a