El fundador y director de la plataforma de mensajería Telegram, Pavel Durov, respondió a las acusaciones formuladas por la justicia francesa, que lo imputan por delitos supuestamente cometidos por terceros por medio de su aplicación.

Durov fue detenido a finales de agosto en el aeropuerto de Le Bourget, cerca de París, en el marco de una investigación que incluye cargos como la difusión de pornografía infantil y tráfico de drogas.

En un mensaje publicado en su canal de Telegram, Durov sostuvo que “utilizar leyes de la era anterior a los teléfonos inteligentes para acusar a un director general de delitos cometidos por terceros en la plataforma que gestiona es un planteamiento erróneo”.

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A su juicio, si un país no está satisfecho con un servicio de Internet, lo correcto sería iniciar acciones legales contra el propio servicio, y no contra sus responsables.

“Crear tecnología ya es bastante difícil. Ningún innovador creará nuevas herramientas si sabe que puede ser considerado personalmente responsable del abuso potencial de esas herramientas”, comentó.

Durov recordó que Telegram ha enfrentado la prohibición en Rusia al negarse a entregar claves de cifrado para vigilancia y el veto en Irán tras negarse a bloquear canales de manifestantes pacíficos.

Además, Durov señaló que Telegram no es un “paraíso anárquico”, como algunos han sugerido, e indicó que se eliminan “millones de mensajes y canales dañinos” a diario.