A dos días de que se diera a conocer una carta que escribió Genaro García Luna en la que señala al presidente Andrés Manuel López Obrador de tener nexos con el Cártel de Sinaloa, se revela que el Gobierno de Estados Unidos solicita una condena de cadena perpetua por los delitos de los que se comprobó su culpabilidad.

Detenido en 2019, García Luna fue juzgado y encarcelado en Estados Unidos por cinco delitos relacionados con tráfico de cocaína mediante su asociación con el Cártel de Sinaloa, cuando fungía como secretario de Seguridad Pública.

Recientemente, García Luna reveló en una carta que tendría pruebas de que el presidente López Obrador tiene nexos con el mismo grupo delictivo, en el contexto de la detención de Joaquín Guzmán López e Ismael Zambada.

Además, que este año –electoral, particularmente— el mandatario fue acusado desde Estados Unidos de tener relaciones con el crimen organizado, como puede la investigación de la DEA retomada por el periodista Tim Golden.

La situación para García Luna contrasta con la de hace algunos años, cuando el otrora funcionario más cercano de Felipe Calderón era galardonado por instituciones internaciones, dos de ellas de Estados Unidos, por su trayectoria policial.

En 1996, recibió la Designación a la Excelencia del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Medalla al Valor, además de que se reconoció su supuesto trabajo para combatir el crimen en países como España, Ecuador y Colombia.

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Incluso hace 20 años, en el mismo que ahora pide que García Luna pase el resto de sus días tras las rejas, el Buró Federal de Investigación (FBI) y la International Association of Law Enforcement Intelligence Analysts le otorgaron distinciones por su labor.

A lo largo del proceso penal que inició en enero de 2023, el expresidente Felipe Calderón ha defendido la inocencia de que quien fuera su mano derecha en la “guerra” contra el crimen organizado que impulsó durante su sexenio y que ocasionó un innecesario derramamiento de sangre en todo el país.

Sin embargo, y a pesar de que ha habido periodistas y analistas que han cuestionado la veracidad de las pruebas en contra, ninguno de los personajes que se han pronunciado a favor de García Luna, ni la propia defensa del exfuncionario, han podido demostrar que, los lazos con el crimen organizado, han sido falsas acusaciones.

García Luna tiene la opción de apelar la decisión del tribunal, pero la magnitud de los cargos que enfrenta hace que su situación legal sea crítica.