Una carta del presidente del Banco Mundial, Ajay Banga, reveló este domingo el respaldo de la institución a un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU impulsado por Estados Unidos, que busca establecer un organismo civil de gobernanza transicional en la Franja de Gaza por un periodo inicial de dos años.
El documento, filtrado a Reuters, propone la creación de un “Consejo de Paz” con participación de agencias internacionales y países árabes, entre ellos Egipto, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, encargado de supervisar la reconstrucción y la entrega de ayuda humanitaria en un territorio devastado por meses de guerra.
El costo estimado de la reconstrucción supera ya los 70,000 millones de dólares, según las proyecciones actualizadas del Banco Mundial, la ONU y la Unión Europea. “Nuestra participación requerirá el pleno respaldo de la comunidad internacional y un mandato operativo que garantice seguridad y acceso”, escribió Banga.
El borrador busca también establecer un fondo fiduciario internacional que canalice los recursos hacia proyectos de infraestructura, vivienda y empleo, bajo supervisión multilateral. Washington espera someter la resolución a votación en “semanas, no meses”, según fuentes diplomáticas.
Aunque la propuesta ha recibido apoyo de aliados árabes, el gobierno israelí mantiene reservas sobre cualquier mecanismo que limite su control de seguridad en el enclave. Egipto, por su parte, advirtió que sin una solución política integral el plan “solo reconstruirá ruinas para volver a bombardearlas”.
En Gaza, donde más del 80 % de la población ha sido desplazada, la palabra “reconstrucción” suena todavía lejana. Los edificios siguen en pie solo por inercia, y la diplomacia se apoya en escombros.
Detrás de la propuesta diplomática se esconde un dilema político sin resolver: quién gobernará Gaza cuando callen las armas. Los palestinos reclaman que cualquier administración transicional incluya representantes locales y garantice la reconstrucción sin tutela extranjera, mientras Israel insiste en conservar control militar y fronterizo. Los expertos del Carnegie Endowment advierten que, sin reconciliación entre Fatah y Hamás, ningún organismo civil podrá operar con legitimidad en el terreno. “Gaza necesita instituciones, no administradores temporales”, resumió el investigador Rashid Khalidi. La reconstrucción podría tardar una década, pero la legitimidad política podría tardar mucho más.