El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que presentará una demanda contra el presidente Donald Trump, tras el despliegue sin previo aviso de la Guardia Nacional en Los Ángeles para contener las protestas contra las políticas migratorias federales.

“Tomar el control de la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador es ilegal e inmoral”, declaró Newsom a MSNBC, calificando la medida como una “grave violación de la soberanía estatal”.

Según el mandatario californiano, el envío de tropas federales avivó la tensión y no fue solicitado por el estado.

Durante el fin de semana, las protestas alcanzaron su punto más álgido el domingo, cuando multitudes bloquearon la autopista 101, incendiaron vehículos y enfrentaron a la policía, que respondió con gas lacrimógeno y balas de goma.

Las fuerzas del orden reportaron que algunos manifestantes arrojaron concreto, piedras y cócteles molotov, mientras otros atacaron con patinetas o embistieron motocicletas contra los agentes. Más de una docena de personas fueron arrestadas.

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El despliegue de la Guardia Nacional tenía como objetivo resguardar edificios federales, incluyendo un centro de detención migratoria. No obstante, la presencia militar intensificó el malestar entre la población local, que denunció un uso excesivo de fuerza.

El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, afirmó que sus agentes estaban “abrumados” por los disturbios, pero negó que su departamento hubiera fallado en apoyar a autoridades federales, como insinuó la Casa Blanca.

En redes sociales, Trump respondió exigiendo más arrestos y pidiendo reforzar la presencia militar. “¡¡¡TRAIGAN A LAS TROPAS!!!”, escribió en Truth Social.

Newsom, que se reunió con líderes locales y cuerpos de seguridad, instó a los manifestantes a mantener la calma.

“Trump quiere caos. No le den la excusa que está buscando”, advirtió.