A 15 años del los granadazos contra civiles, el dolor sigue latente en el corazón y la memoria de quienes vivieron, sufrieron y perdieron a sus seres queridos en la plaza Melchor Ocampo de Morelia, Michoacán, el 15 de septiembre de 2008.

Ángel Uriel Herrera, Leticia Tapia, Alfredo Sánchez Torres, Gloria Álvarez Bautista, Elizabet Guerrero, Gloria Aguilar, Marta Quintero y Juan Antonio Ríos Pescador fueron recordados como las víctimas mortales en la antesala de un minuto de silencio.

Como cada año, las víctimas, amigos y familiares de los caídos del 15 de septiembre acudieron a la plaza Melchor Ocampo y a la esquina del Templo de la Merced para colocar las tradicionales ofrendas florales.

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Acompañados de autoridades municipales y estatales, el silencio institucional por la impunidad se sumó al minuto de silencio por la violencia provocada por el crimen organizado, desde hace 15 años.

Arturo Fernández Rivera, víctima y deudo de uno de los caídos, lamentó la impunidad en los hechos: “Nosotros ya no tenemos fiestas patrias. Eso se acabó para nosotros. Cada 15 de septiembre regresa el dolor y la incertidumbre. Jamás regresaremos a una noche mexicana”.

Rafael Bucio no sólo perdió una pierna: su esposa murió tras la primera explosión en la plaza Melchor Ocampo. Desde ese día, su vida y la de su familia cambió para siempre.

“Sólo pedimos una placa con sus nombres, sólo queremos que no se olviden estos hechos porque nunca se deben volver a repetir”, manifestó el afectado.