Greta Thunberg denunció este martes que fue “secuestrada en aguas internacionales” por Israel, luego de que la marina de ese país interceptara el velero “Madleen”, que transportaba ayuda humanitaria con destino a la Franja de Gaza.

La activista sueca fue detenida junto a otros 11 tripulantes y posteriormente expulsada del país. A su llegada al aeropuerto Charles de Gaulle, en París, declaró: “Fuimos llevados contra nuestra voluntad a Israel. No violamos ninguna ley”.

El barco fue interceptado el lunes por fuerzas israelíes y escoltado al puerto de Asdod. A bordo viajaban activistas propalestinos de varios países, incluidos Francia, Alemania, Brasil, Turquía, Suecia, España y Países Bajos.

Cuatro de los seis franceses a bordo, entre ellos la eurodiputada Rima Hassan, se negaron a firmar documentos de expulsión y quedaron bajo custodia, según la cancillería israelí.

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Thunberg pidió su liberación inmediata, así como el ingreso urgente de ayuda humanitaria a Gaza, un alto el fuego y el fin de la ocupación israelí.

“No nos detendremos. Seguiremos haciendo todo lo que podamos, porque es la promesa que hicimos a los palestinos”, aseguró.

La embarcación “Madleen” fue organizada por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, un movimiento internacional que desde 2010 combina ayuda humanitaria con protesta política contra el bloqueo a Gaza.

El gobierno israelí calificó la acción como una “provocación mediática” cuyo objetivo era generar publicidad.

Mientras tanto, crece la presión internacional para que Israel cese las hostilidades en Gaza, donde la ONU advierte de una crisis humanitaria sin precedentes.