Grupos conservadores se oponen a libros de texto desde 1917
evangelio | 8 agosto, 2023

El rechazo a los libros de texto de la Secretaría de Educación Pública no es nuevo. Según una publicación del diario Milenio, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) –asociada a grupos ultraconservadores y radicales– se opone al material educativo desde 1917, y ha manifestado su repudio a nuevas formas de enseñanza en otros gobiernos.

El especialista en asociaciones religiosas, Bernardo Barranco, dijo que la pugna por los libros es “la continuidad de un esquema de lucha que se conjuga con la dinámica de la lucha por la Presidencia”.

Sostiene que ese escenario permite a la derecha mexicana movilizarse junto con sus bases más radicales y la Iglesia católica para “politizar este hecho en un contexto favorable y legitimar algunas posturas absurdas, como esto de quemar los libros, de arrancarles páginas o encapsularlos”.

El penúltimo presidente de la UNPF, Leonardo García Camarena, sostuvo en 2021 que se han opuesto a los libros porque consideran que hay riesgo de “manipulación ideológica de la historia”, y que buscan “adoctrinar” a los niños.

De hecho, el rechazo sistemático a los proyectos educativos del Estado mexicano proviene desde el periodo posrevolucionario, cuando se estableció en la Constitución de 1917, en su artículo 3.°, el carácter laico de la educación.

Incluso, desde 1959 se oponen a los libros de texto gratuitos, cuando el presidente Adolfo López Mateos los presentó ese año; de hecho, periódicos como El Norte dijeron que “el comunismo” se había “materializado en forma de texto gratuito, por obra y gracia de las autoridades educativas federales y estatales”, las cuales eran del PRI.

La UNPF ha insistido en que la educación laica y gratuita apunta a la “ideologización”. Sobre eso, Bernardo Barranco sostiene que “la expresión más radical del catolicismo en México, junto a grupos de ultraderecha como El Yunque, los tecos, el MURO y asociaciones religiosas muy conservadoras como los lasallistas” son los que se oponen al material educación, ya que ven “en la guerra cristera una especie de alma mater, como una escuela política”.

Sostiene que la UNPF pugna por una “sociedad teocrática donde dios regrese a ser el centro de la cultura como lo fue en la Edad Media y en el México colonial, que instaure los principios cristianos en la conducción política del país”.

Consideran lo anterior, prosigue, porque creen que la sociedad mexicana debe sostenerse en “tres ejes fundamentales: la familia, la Iglesia y la escuela”.

Comparte