Guanajuato dio un giro histórico en su legislación civil al aprobar reformas que reconocen el matrimonio igualitario y prohíben las llamadas terapias de conversión, prácticas dirigidas a modificar la orientación sexual o identidad de género de las personas.
Con 25 votos a favor y nueve en contra, el Congreso del estado avaló las modificaciones al Código Civil, un avance significativo en una entidad marcada por posturas tradicionalmente conservadoras. Los cambios colocan al estado en sintonía con los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con estándares internacionales en materia de derechos humanos.
La reforma redefine el matrimonio como “la unión libre de dos personas”, eliminando referencias específicas a “hombre” y “mujer”. Con ello, cualquier pareja, sin distinción de sexo, podrá contraer matrimonio con pleno reconocimiento legal.
Durante la discusión, la diputada María Eugenia García destacó que estas modificaciones corrigen décadas de exclusión hacia la comunidad LGBTIQ+, cuyos integrantes recordó han sufrido discriminación, negación de derechos y estigmatización. Aseguró que las reformas representan un acto de justicia hacia quienes han defendido su derecho a formar una familia.
Otros legisladores, como Jorge Arturo Espadas y Sergio Alejandro Contreras, coincidieron en que la igualdad jurídica debe garantizarse sin excepciones y que las personas de la diversidad sexual han enfrentado barreras injustas para ejercer sus derechos en condiciones normales.
En la misma sesión, con 32 votos a favor y tres en contra, el pleno aprobó criminalizar las terapias de conversión, prácticas que organismos internacionales han condenado por constituir tratos degradantes.
La decisión ocurre después de dos debates previos este año: uno en mayo, que terminó en empate, y otro en junio, cuando la iniciativa fue rechazada. La votación de este jueves marca finalmente la apertura legal del matrimonio igualitario en Guanajuato y la prohibición de intervenciones que violentan la identidad de las personas.