Guía para endulzar tu vida sin azúcar, ni culpas
evangelio | 28 abril, 2025

En la búsqueda por reducir el consumo de azúcar, los edulcorantes se han convertido en aliados populares, pero, ¿sabes qué son, cuántos tipos hay y cuál es el adecuado para ti?

Los edulcorantes, sustitutos del azúcar, ofrecen la posibilidad de disfrutar del sabor dulce sin aportar las mismas calorías ni elevar drásticamente los niveles de glucosa en sangre.

Naturales vs. Artificiales

Los edulcorantes se clasifican principalmente en dos grupos:

Naturales: Stevia, fruto del monje (Monk Fruit), miel y dátiles son opciones que provienen de fuentes naturales.

Artificiales: Aspartame, sucralosa, sacarina y acesulfame K son creados en laboratorio.

Además, los polioles (como el eritritol, xilitol y sorbitol) se encuentran en productos sin azúcar, aunque su consumo excesivo puede causar molestias digestivas.

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¿Son seguros? ¿Cuál elegir?

Organismos como la FDA y la EFSA han aprobado varios edulcorantes como seguros para el consumo, estableciendo límites de ingesta diaria. Stevia y fruto del monje destacan por su origen natural y bajo impacto metabólico, mientras que la seguridad del aspartame, sucralosa y acesulfame K ha sido ampliamente estudiada.

La elección del edulcorante ideal depende de tus necesidades y objetivos:

Diabetes: Stevia, fruto del monje, eritritol.
Problemas digestivos: Evitar sorbitol y xilitol en exceso.
Hornear: Sucralosa, eritritol, fruto del monje.
Bebidas: Stevia, aspartame, jarabes naturales (con moderación).
Opción natural: Stevia pura, fruto del monje, dátiles.
Sabor similar al azúcar: Eritritol con fruto del monje.

Recuerda que ningún edulcorante debe consumirse en exceso; consultar con un profesional de la salud puede ayudarte a tomar la mejor decisión según tus necesidades individuales.

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