Los términos meteoros, meteoritos y meteoroides se refieren a objetos relacionados con los destellos de luz conocidos como “estrellas fugaces”, pero la diferencia radica en su ubicación.
Los meteoroides son rocas que permanecen en el espacio, con tamaños que van desde granos de polvo hasta pequeños asteroides. Pueden surgir de choques entre asteroides u otros eventos cósmicos, e incluso pueden provenir de cometas.
Los meteoros son meteoroides que entran a gran velocidad en la atmósfera terrestre (o de otros planetas como Marte) y se queman, creando bolas de fuego visibles.
Cada día, alrededor de 48.5 toneladas de material meteórico ingresan a la Tierra, la mayoría se vaporiza en la atmósfera dejando estelas luminosas conocidas como “estrellas fugaces”.
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Durante la noche, es común observar varios meteoros por hora, pero a veces ese número aumenta significativamente, lo que se conoce como lluvias de meteoros.
Los meteoritos son fragmentos de roca más grandes que logran resistir el viaje a través de la atmósfera y caen impactando la superficie de un planeta. Cuando un meteorito toca tierra, se le denomina meteorito.
Dado que los asteroides se formaron en las etapas iniciales del Sistema Solar, hace aproximadamente 4.6 mil millones de años, son objetos de gran interés para los científicos, ya que proporcionan información sobre las condiciones en la Tierra en el pasado.
Para recordar la diferencia entre los términos, es útil tener en cuenta dónde se encuentran: los meteoroides en el espacio, los meteoros en la atmósfera terrestre, y los meteoritos en la superficie del planeta.