El mexicano Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, reconoció su culpabilidad ante un tribunal federal del norte de Illinois, en Chicago, donde enfrenta cargos por narcotráfico y delincuencia organizada. Durante su comparecencia, el también conocido como “El Güero” sorprendió al admitir su participación en el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con periodistas presentes en la audiencia, el acusado señaló que mientras dirigía, junto a su hermano Ovidio, una facción del Cártel de Sinaloa, también supervisó operaciones de tráfico de cocaína, heroína y fentanilo hacia Estados Unidos.
La jueza Sharon Johnson Coleman fijó el 1 de junio de 2026 como la fecha para su próxima comparecencia, luego de que Guzmán López acordara colaborar con las autoridades estadounidenses como parte de su declaración de culpabilidad.
Su admisión no tomó por sorpresa a los observadores judiciales, ya que documentos presentados el viernes anticiparon que el capo planeaba declararse culpable en lo que se esperaba fuera una audiencia rutinaria.
Guzmán López llegó a Estados Unidos en 2024 a bordo de un vuelo privado junto a Zambada, un hecho que, según versiones oficiales, habría sido parte de una operación pactada con la fiscalía para facilitar su entrega.
Su hermano, Ovidio Guzmán López, ya se había declarado culpable en julio de cuatro cargos de narcotráfico ante el mismo tribunal, como parte de un acuerdo cuyos términos no han sido revelados. Washington acusa a ambos de liderar una facción del Cártel de Sinaloa, catalogado por el gobierno estadounidense como organización terrorista.
Por su parte, “El Mayo” Zambada también enfrentó a la justicia y en agosto se declaró culpable de narcotráfico, lavado de dinero y uso de armas en una corte federal de Nueva York.