Dos hombres fueron localizados sin vida la tarde del sábado, a un costado de la carretera Tangancícuaro–Patámban, en el municipio de Tangancícuaro, Michoacán. El hallazgo fue reportado por automovilistas que circulaban por la zona, lo que movilizó a cuerpos de seguridad y personal forense.

Los cadáveres yacían en una brecha de terracería, cerca de la cinta asfáltica. Ambos hombres presentaban impactos de bala y evidentes huellas de violencia. Según los primeros reportes de las autoridades, las víctimas estaban atadas de manos y, al menos una de ellas, mostraba signos de tortura.

Uno de los fallecidos tenía entre 30 y 35 años, vestía una camiseta negra con estampados en blanco y amarillo, pantalón de mezclilla azul marino y cinturón rojo. El otro, de aproximadamente 50 a 55 años, vestía únicamente un bóxer gris, con los pantalones bajados hasta los tobillos.

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Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar y aseguraron la zona. Más tarde llegaron agentes de la Fiscalía General del Estado y peritos de la Unidad Especializada en la Escena del Crimen, quienes realizaron el levantamiento de los cuerpos y la recolección de indicios. Los cadáveres fueron trasladados al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley e identificación oficial.

Hasta el cierre de esta edición, las víctimas no habían sido identificadas y se desconocen tanto el móvil como la identidad de los agresores. La Fiscalía de Michoacán abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables del doble homicidio.

Este episodio se suma a una serie de hechos violentos registrados en la región de la Ciénega y sus límites con la Meseta Purépecha, donde la presencia de grupos del crimen organizado ha derivado en un incremento de ejecuciones, desplazamientos forzados y operativos de seguridad.

La carretera Tangancícuaro–Patámban atraviesa comunidades con alta actividad agrícola y forestal, y ha sido señalada en distintos informes como una ruta estratégica utilizada por células criminales. Hasta el momento, las autoridades estatales no han emitido una postura pública sobre este nuevo hecho de violencia. Sin embargo, habitantes de la región han expresado preocupación ante el clima de inseguridad que persiste en la zona.