El gobierno de Hamás en la Franja de Gaza denunció este sábado que Israel ha incumplido el acuerdo de alto al fuego en 47 ocasiones desde su entrada en vigor, y que esas violaciones habrían provocado la muerte de al menos 38 palestinos, además de decenas de heridos.

De acuerdo con la oficina de medios del gobierno gazatí, los ataques incluyen disparos directos contra civiles, bombardeos selectivos y detenciones arbitrarias, así como incursiones en zonas que estaban bajo cese de hostilidades. Hamás calificó los hechos como “agresiones continuadas” y pidió a Naciones Unidas y a los mediadores internacionales intervenir de forma urgente.

Por su parte, el gobierno israelí respondió que el cumplimiento total del acuerdo depende de que Hamás entregue los cuerpos de rehenes israelíes aún retenidos y respete los compromisos del cese al fuego. En tanto, el paso de Rafah, considerado esencial para la entrada de ayuda humanitaria, permanece cerrado, lo que agrava la crisis humanitaria en Gaza.

El alto al fuego, negociado con apoyo de Egipto, Catar y Estados Unidos, preveía el intercambio de rehenes, la entrega de restos humanos y la reapertura de corredores humanitarios; sin embargo, a menos de una semana de su firma, el acuerdo ya muestra signos de fractura.

La situación en Gaza continúa siendo crítica: infraestructura destruida, miles de desplazados y hospitales colapsados. Organismos humanitarios advierten que, si no se restablece el acceso de ayuda internacional, el escenario podría volver a una fase activa de guerra en cuestión de días.