Hamás manifestó su disposición a dejar de gobernar la Franja de Gaza una vez finalizada la guerra con Israel, en un contexto donde Estados Unidos lidera esfuerzos para extender el alto el fuego y negociar un cese definitivo de las hostilidades.

“No es necesario que Hamás forme parte de los acuerdos políticos y administrativos en la próxima fase para Gaza, especialmente si sirve a los intereses de nuestro pueblo”, declaró su portavoz, Hazem Qasim, a Al Arabiya TV.

Esta concesión de Hamás cumpliría una de las condiciones exigidas por Israel para avanzar en una segunda fase de tregua, aunque la negativa del grupo palestino a desarmarse sigue siendo un obstáculo clave.

Analistas israelíes advierten que permitir a Hamás mantener una estructura militar al margen del gobierno podría replicar el modelo de Hezbolá en el Líbano, donde el grupo ejerce influencia tanto militar como política sin estar oficialmente en el poder.

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El futuro político de Gaza sigue siendo incierto, ya que Israel no ha definido una alternativa gubernamental aceptable y ha rechazado la participación de la Autoridad Palestina, que actualmente gobierna partes de Cisjordania.

Mientras tanto, la controvertida propuesta del expresidente estadounidense Donald Trump de reubicar a la mayoría de los habitantes de Gaza en el extranjero para facilitar la reconstrucción ha sido rechazada por los palestinos y criticada por líderes de la región.

En medio de estas tensiones, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó el compromiso de su gobierno de destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás, postura respaldada por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.

Las negociaciones de la Fase 2 del proceso de paz, mediadas por Qatar y Egipto, se mantienen en curso con la esperanza de alcanzar un acuerdo que garantice la estabilidad en la región.