En los últimos días se presentaron diversos casos en los que la Policía de Morelia es protagonista, y no precisamente de forma favorable, lo que ha reflejado públicamente que hay problemas de capacitación, abuso de poder y falta de control interno.

La corporación acumula este años más de 24 quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), evidenciando que atraviesa una crisis de confianza con la ciudadanía.

Entre ellos, el caso de gaseo a una menor de edad durante una asunto de tránsito; el otro, el suicidio de un joven con una pistola que le quitó a una elemento, en el Centro Histórico.

Te puede interesar: CEDH intervine en caso de suicidio en el centro de Morelia

Otro caso, el del arresto de un uniformado por posesión de drogas, y el más reciente: la agresión con arma de fuego a estudiantes de la normal de Tiripetío, por la cual un joven resultó con tres tiros.

Los datos de la CEDH dan por hecho que la Policía Morelia supera en número de quejas a una corporación estatal, la Guardia Civil, que tiene presencia en 113 municipios.

Todo lo anterior ponen en entredicho la capacitación y formación de los uniformados, y llevan a pensar si es necesaria una reforma con un enfoque más humanitario en su relación con la comunidad.