Un hombre de 26 años se entregó a las autoridades alemanas, declarando su responsabilidad por un ataque con cuchillo que dejó un saldo de tres muertos y ocho heridos durante un festival en conmemoración del 650 aniversario de la ciudad.
El sospechoso, un ciudadano sirio que había solicitado asilo en Alemania, fue esposado de pies y manos y trasladado desde la estación policial en Solingen al tribunal federal en Karlsruhe para enfrentar a un juez.
Fiscales federales han iniciado una investigación en su contra por sospechas de asesinato, intento de asesinato y membresía en una organización terrorista extranjera.
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Según información de la policía, el pedido de asilo del sospechoso había sido denegado, lo que significa que debería haber sido deportado el año pasado.
El ataque tuvo lugar el viernes por la noche en medio de la celebración del festival local, y fue reivindicado por el grupo extremista Estado Islámico, que afirmó que el atacante tenía como objetivo a los cristianos, justificando el ataque como una venganza por los musulmanes en Palestina y en otros lugares.
El profesor de asuntos de seguridad en el King’s College de Londres, Peter Neumann, advirtió que la estrategia del Estado Islámico ha consistido en atribuirse ataques que son “inspirados”, donde el vínculo entre la organización y el atacante es meramente ideológico.
Aunque el Estado Islámico declaró un califato en partes de Irak y Siria hace aproximadamente una década, actualmente no controla ningún territorio y ha perdido a muchos de sus líderes. Sin embargo, la organización sigue reclutando miembros y autodenominándose responsable de diversos ataques.