En los hospitales de Michoacán existe un déficit de pruebas toxicológicas para confirmar posibles casos de consumo de fentanilo, así lo informó el especialista en toxicología clínica y medicina de urgencias, Gustavo López Orozco.
Entrevistado por Evangelio, detalló que existen dos tipos de estudios que pueden confirmar el consumo de esta droga en un caso sospechoso, siendo el primero de ellos el perfil toxicológico, también conocido como la prueba de antidoping; sin embargo, aclaró que sus resultados no son 100% específicos.
“En esta prueba cualitativa, se determina si existe la droga o no en la sangre a través de la orina, pero el problema es que no te específica los niveles y entonces si yo consumo dextrometorfano, que es un jarabe para la tos, saldré positivo porque parte de la familia de los opiáceos”, explicó.
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Indicó que la segunda prueba se conoce como cuantitativa y, a diferencia de la primera, en este estudio se precisan las mediciones en sangre y orina del fentanilo, por lo que se trata de un método que es utilizado en las fiscalías y los Servicios Médicos Forenses.
No obstante, aclaró que los hospitales no cuentan con este tipo de prueba debido a que se trata de un aparato que cuesta millones de pesos y por ende, los centros de salud consideran que no es necesario invertir en él porque se trata de un sistema que utilizarían en pocas ocasiones durante el año.
Todo se queda en sospecha
Derivado de lo anterior, refirió que no han podido confirmar el consumo de fentanilo, ya que todo se queda en casos aislados, pues aunado a la falta de pruebas, aseveró que en Michoacán se tiene poco conocimiento de toxicología.
“Nosotros tenemos un número telefónico que da asesorías toxicológicas las 24 horas, entonces hemos tenido escenarios donde si bien no se ha confirmado el consumo del fentanilo, sí se presentan todos los síntomas clínicos: la constricción de la pupila como si fuera una cabeza de alfiler, dificultad para respirar y déficit neurológico”, apuntó.
Para el especialista, una posible solución para la detección de fentanilo se centraría en el establecimiento de una dinámica en la que los médicos puedan enviar pruebas a las instancias que cuenten con la herramienta para realizar estudios cuantitativos.
Asimismo, subrayó que es fundamental alertar a los médicos sobre la llegada del fentanilo a Michoacán y, por consiguiente, fijar las pruebas de antidoping en las áreas de urgencia para que se pueda tener una primera orientación clínica.
Combinación de drogas
Gustavo López refirió que uno de los principales problemas que está enfrentando México es que los adictos están consumiendo fentanilo sin que sean conscientes de ello, ya que los distribuidores de droga lo están combinando con otras sustancias como la cocaína.
“La gente cree que está inhalando una raya de cocaína, pero no sabe que fue cortada con fentanilo, entonces ellos esperan un estimulante, pero la reacción es todo lo contrario, su estado anímico se viene para abajo y se deprimen”, externó.
Dicha situación, abundó, se está presentando sobre todo en la frontera con Estados Unidos, de ahí que el problema sea más grave en ciudades como Tijuana y Mexicali, en el estado de Baja California.
Necesidad de un centro público
Finalmente, López Orozco consideró que en Michoacán ya es una necesidad contar con un Centro Toxicológico Público, pues aunque reconoció que han logrado impactar desde la parte privada, acotó que se requiere expandir la atención.
“Hay muchas cuestiones que se podrían atender más allá del tema de drogas, entonces el establecerlo en el Hospital Civil nos permitiría también recibir a pacientes del Hospital Infantil, del IMSS, ISSSTE y todos los centros que dependen de la Secretaría de Salud”, concluyó.