El robo de combustible ha generado daños por más de 150 mil millones de pesos al erario público de México en el último año.
El consultor energético, Ramón Pech, advierte que hasta un 30 % de la gasolina y diésel que se comercializa en México proviene del “mercado negro”.
El denominado “huachicol fiscal” opera bajo la figura de gasolineras y expendios que compran el combustible clandestino a grupos delictivos y lo comercializan como si fuera legal.
Se ha constatado que el impacto económico por dicha práctica sigue creciendo en el centro y sur del país a expensas de las finanzas de Petróleos Mexicanos.
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Dicha actividad incluso ha desatado condiciones de violencia en distintas regiones del país.
En el caso del norte de Michoacán, el mercado negro de combustible ha desatado la pugna entre grupos delictivos que ha dejado decenas de personas sin vida y otros hechos de violencia que han cimbrado de la región.
Solo en el caso de Michoacán son más de una decena de muertos y múltiples tiroteos entre grupos criminales entre los municipios de Álvaro Obregón, Tarímbaro, Cuitzeo y la colindancia con Guanajuato.