El 31 de enero, Estados Unidos fue nuevamente escenario de una tragedia aérea cuando un avión con matrícula mexicana se estrelló en las cercanías del centro comercial Roosevelt, en Filadelfia.

La aeronave, de la empresa Jet Rescue, un servicio de ambulancias aéreas, llevaba el registro XA-UCI y se encontraba en un vuelo con destino a Springfield, Misuri, tras haber partido de Miami sin aparentes inconvenientes.

En el momento del accidente, se produjo una fuerte explosión seguida de una columna de humo visible desde distintas partes de la ciudad. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México confirmó que varias de las víctimas eran de origen mexicano, entre ellas el piloto Alan Montoya y su copiloto Jesús Juárez.

La aeronave, que había operado recientemente en el estado de Querétaro y en Toluca, capital del Estado de México, estaba en perfecto estado de funcionamiento antes de despegar desde el aeropuerto de Filadelfia.

Según informes de la empresa, la aeronave no presentó fallos durante su vuelo hacia la ciudad de Filadelfia, sin embargo, la tragedia ocurrió cuando la aeronave se dirigía hacia su siguiente destino, Springfield. Las autoridades aún investigan las causas del accidente, que por el momento permanecen desconocidas.

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Entre los pasajeros de la aeronave se encontraba una niña que regresaba a Tijuana, México, después de someterse a un tratamiento médico en Estados Unidos que le salvó la vida.

Lamentablemente, la menor perdió la vida en el accidente, y se reporta que viajaba acompañada de su madre, quien también falleció. Para proteger la privacidad de las víctimas, no se han revelado más detalles sobre su identidad.

Los videos grabados por testigos en el lugar muestran una intensa conflagración en el momento del impacto, lo que ha dejado a la comunidad consternada.

El gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, ha asegurado que brindará todo el apoyo necesario a los deudos de las víctimas, tanto en la gestión consular como en la cooperación con las autoridades estadounidenses para esclarecer los hechos.

A medida que avanzan las investigaciones sobre las causas del siniestro, las autoridades mexicanas permanecen atentas a la información adicional que pueda surgir sobre la identidad de los otros miembros de la tripulación y los pasajeros del avión.