Los especialistas señalan que los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a buques comerciales y militares en el mar Rojo están teniendo impactos económicos, aunque por el momento son limitados.
Los ataques a buques mercantes se han incrementado en las últimas semanas, lo que ha llevado a una disminución del tráfico marítimo en el estrecho de Bab al Mandeb, que controla el acceso al sur del mar Rojo y normalmente ve pasar alrededor del 12 % del comercio marítimo mundial.
Sin embargo, desde mediados de noviembre, el número de contenedores ha disminuido 70 %, lo que ha llevado a muchos armadores a optar por rutas alternativas más largas y costosas, como el cabo sudafricano de Buena Esperanza. Además, la sequía en el Canal de Panamá ha reducido considerablemente el tráfico de buques entre Asia y Estados Unidos.
Ikea ha advertido que experimentará demoras, al igual que fabricantes de automóviles como Tesla, que suspenderá su producción en Europa durante dos semanas. Volvo también prevé cerrar su fábrica en Bélgica por falta de cajas de cambios.
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Se espera que otras empresas enfrenten retrasos en sus entregas, lo que podría resultar problemático para aquellas con poco inventario.
En España, sectores como el de muebles y textiles ya están experimentando problemas de entregas; incluso el transporte de gas natural licuado se verá afectado por la situación en el canal de Suez, según el primer ministro de Catar.
Las navieras están aumentando significativamente sus tarifas debido a la crisis actual; el Shanghai Containerized Freight Index, un indicador clave para medir los costos de flete desde China, se ha duplicado en un mes.
Se estima que el sobrecosto de los carburantes es del 20 %, y la plataforma logística Container xChange predice que la crisis en el mar Rojo podría aumentar los costos de transporte marítimo en un 60 %, con una prima del 20 % en los seguros de los armadores. Todo esto genera preocupaciones sobre una posible inflación renovada.
Oxford Economics prevé que esta situación podría agregar siete décimas a la inflación mundial para fin de año; algunos expertos señalan que evitar África y el canal de Suez es más costoso y requiere más tiempo, aunque por ahora es más un problema de seguridad que logístico.