La elección extraordinaria de Irimbo y el proceso de campañas se repiten bajo la sombra de la impunidad de la violencia política en razón de género.
Arropado por la dirigencia del PRI Michoacán, la ausencia de una Fiscalía de Delitos Electorales y la descalificación de la violencia contra las mujeres, Fernando Palomino ha retomado el mismo discurso.
Han pasado más de tres meses desde que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló los resultados debido a violencia política de género. A pesar de lo anterior, la Fiscalía de Delitos Electorales, encabezada por Víctor Manuel Serrato Lozano, no ha definido acciones legales.
Además de las omisiones del pasado, a más de dos semanas de que arrancaron las campañas electorales extraordinarias en Irimbo y a pesar del despliegue operativo de los partidos políticos, la ausencia del Fiscal de Delitos Electorales es evidente.
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Mientras Serrato Lozano se enfocaba en buscar la presidencia de la CNDH, de la cual fue descartado desde el inicio del proceso, y mientras busca llegar a la CEDH de Michoacán, la situación se sigue complicando en Irimbo.
Las mujeres que compiten nuevamente por la presencia municipal de Irimbo son Azucena Ruiz Alanís, candidata del PRD y víctima de dicha violencia en la pasada elección; por el PT se postula Alina Terrazas, quien también repite; y Morena apuesta por Norma Santillán.
En todo el proceso electoral que fue del 2023 a septiembre del 2024, la Fiscalía de Delitos Electorales de Serrato Lozano solo logró judicializar tres carpetas de investigación y no generó ningún impacto en el desarrollo de la contienda.
A pesar de que se evidenciaron actos anticipados de campaña, contracampañas, amenazas, actos de violencia política en razón de género y otros actos ilegales, la impunidad fue la que prevaleció durante la gestión del también expresidente de la CEDH en Michoacán.