El incendio que ha devastado el Panhandle de Texas ha alcanzado proporciones históricas, convirtiéndose en el incendio más grande que el estado haya enfrentado hasta la fecha.

Con una extensión de casi mil 700 millas cuadradas, el incendio de Smokehouse Creek ha dejado a su paso una estela de destrucción que incluye praderas quemadas, ganado muerto y casas reducidas a cenizas.

El Servicio Forestal Texas A&M informó que el incendio, que se ha expandido por una vasta área rural de praderas y matorrales, apenas ha sido contenido en 3 %, debido a la fusión con otro incendio que ha complicado aún más la situación.

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El panorama en la zona afectada es desolador: tierras ennegrecidas, casas en llamas y ganado calcinado y rígido en el frío. En medio de la tragedia, se ha confirmado la muerte de una mujer de 83 años como consecuencia del incendio.

Aunque las autoridades no han realizado una búsqueda exhaustiva de posibles víctimas ni han evaluado el alcance total de los daños, se estima que más de cuatro mil 248 kilómetros cuadrados del incendio se encuentran en el lado texano de la frontera.

El origen del incendio aún no ha sido determinado, pero se sospecha que factores como los fuertes vientos y las temperaturas inusualmente cálidas para la temporada han contribuido a su propagación.