La depresión, la ansiedad y los índices de suicidios siguen incrementando en México, como una secuela que dejó la pandemia de Covid-19, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2021 ocho mil 352 personas se quitaron la vida.

En rueda de prensa, la directora de la clínica de Psicoterapia y Salud Mental de Michoacán, Morelia Garcidueñas, calificó como preocupante la situación que se está viviendo a nivel nacional en cuanto a trastornos psicológicos.

Teniendo como base los datos del Inegi, precisó que 6.5 personas por cada 100 mil habitantes se suicidan y de los 15 a 29 años de edad es la cuarta causa de muerte en México, cosa que atribuyó a conflictos emocionales que heredó la contingencia sanitaria.

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En este sentido, apuntó que el 56.4 % de la población del país sufre de ansiedad, mientras que el 16.4 % de depresión, por lo que resaltó que la asistencia psicológica se está volviendo cada vez más una necesidad, sobre todo en el sector masculino.

Suicidio en Michoacán

De dicha situación, abundó, no es ajeno Michoacán, ya que compartió que el año pasado el Hospital Psiquiátrico de la entidad tuvo un total de 11 mil 774 consultas relacionadas con los trastornos psicológicos de depresión y ansiedad.

La directora aseveró que esta tendencia hace que los centros de salud se estén saturando y la atención no sea la adecuada, por lo que subrayó la importancia de tener más espacios como el que ella encabeza, donde afirmó que los precios son más bajos al promedio gracias a los convenios que están signando con instituciones del rubro.

Por su parte, el psicólogo Pedro Villa informó que además de la pandemia, otros factores que influyen en los suicidios es el estrés, desempleo, problemas familiares y el consumo de sustancias ilícitas.

Añadió que el principal síntoma de la ansiedad es que la persona tiene la sensación de que algo puede salir mal y por ello vive bajo tensión todo el tiempo; en el caso de la depresión, es el mantenerse enojado o con cambios de humor gran parte del día, por lo que se elimina el tabú que indica que una persona deprimida es alguien que está triste.