El Comité de Seguridad del Gabinete de la India (CCS) adoptó una serie de acciones tras el atentado terrorista ocurrido en Pahalgam, Cachemira, que dejó un saldo de 26 personas muertas y varios heridos.

A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció el cierre inmediato del puesto de control de Attari, uno de los principales pasos fronterizos con Pakistán.

Las autoridades indias informaron además la cancelación de todos los visados otorgados a ciudadanos pakistaníes bajo el Sistema de Exención de Visados de la SAARC, otorgándoles 48 horas para abandonar el país.

También se declaró persona non grata a los consejeros militares, navales y aéreos del Alto Comisionado de Pakistán en Nueva Delhi, quienes deberán salir del país en el plazo de una semana.

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En una decisión de gran impacto diplomático, India suspendió el Tratado de las Aguas del Indo de 1960, un acuerdo histórico con Pakistán, condicionando su reactivación a que Islamabad renuncie de forma “creíble e irrevocable” al respaldo del terrorismo transfronterizo.

La medida subraya el endurecimiento de la postura india frente a los ataques que vincula con grupos extremistas apoyados desde territorio paquistaní.

El CCS reafirmó su compromiso de justicia para las víctimas del atentado y de castigo para los responsables y sus patrocinadores.

En su declaración, citó como precedente la reciente extradición del presunto terrorista Tahawwur Rana, reiterando que India actuará con firmeza en la persecución de quienes cometan o apoyen actos de terrorismo.