En respuesta al ataque que cobró la vida de 26 personas en un destino turístico de Cachemira, India anunció una serie de medidas punitivas contra Pakistán, país al que acusa de estar detrás del atentado.

El incidente, el peor ataque contra civiles en casi dos décadas, ha tensado aún más las relaciones entre las naciones vecinas.

El ministro de Asuntos Exteriores indio, Vikram Misri, comunicó las medidas en una conferencia de prensa tras una reunión urgente del gabinete de seguridad.

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Entre las acciones anunciadas se encuentran:

Suspensión del tratado del Indo: India suspenderá con efecto inmediato el tratado que regula el reparto de las aguas del río Indo entre ambos países.

Expulsión de diplomáticos: Los asesores de defensa de la alta comisión pakistaní en Nueva Delhi fueron declarados personas no gratas y se les ordenó abandonar el país.

Reducción de personal diplomático: La dotación de la alta comisión india en Islamabad se reducirá de 55 a 30 personas.

Cierre fronterizo: El principal puesto de control fronterizo entre los dos países se cerrará de inmediato, y se suspenderán los visados especiales para ciudadanos pakistaníes que viajen a India.

El atentado, ocurrido en el valle de Baisaran, en la zona de Pahalgam, dejó un saldo de 25 indios y un nepalí fallecidos, además de 17 heridos.

Un grupo militante llamado “Resistencia de Cachemira” reivindicó la autoría, alegando descontento por el asentamiento de “forasteros” en la región.

Las autoridades indias vinculan a Resistencia Cachemira con organizaciones militantes paquistaníes, acusación que Pakistán niega rotundamente, afirmando que solo brinda apoyo moral a la insurgencia en Cachemira.