Después de un leve respiro en julio, la venta de autos nuevos en México volvió a retroceder en agosto. De acuerdo con cifras del INEGI, se comercializaron 124,167 vehículos ligeros, un 3% menos que en el mismo mes de 2024, cuando se registraron 128,008 unidades.
La caída refleja el estancamiento que atraviesa el sector en 2025, presionado por la incertidumbre arancelaria y la baja confianza del consumidor.
Aunque el mercado general mostró debilidad, algunas marcas lograron sobresalir. Nissan y KIA mantuvieron crecimiento sólido con alzas de 9.9% y 9.8%, respectivamente.
En el segmento de nuevos jugadores, la china Changan sorprendió con un incremento de 270%, mientras que BMW elevó sus ventas 80% respecto a agosto del año pasado. En contraste, General Motors, Volkswagen, Honda, Mazda y Toyota sufrieron retrocesos, en este último caso de doble dígito.
El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales, señaló que el panorama apunta a la baja y con tendencia al estancamiento.
“El estancamiento de la economía mexicana no ha permitido seguir incorporando personas con capacidad de compra de un vehículo nuevo”, advirtió.
Entre enero y agosto se han vendido 957,993 autos, cifra 0.7% menor al mismo periodo de 2024. Además, el volumen de agosto quedó por debajo de lo previsto por la AMDA, que esperaba 127,136 unidades.
La renegociación del T-MEC y la incertidumbre en la relación con Estados Unidos se han convertido en factores clave que influyen no solo en las empresas, sino también en las familias, que postergan decisiones de compra de bienes duraderos como los automóviles.