Con una actitud diametralmente distinta a la del partido de ida de los cuartos de final de la Nations League, la Selección Mexicana superó por completo a Honduras y terminó logrando una gran remontada en el estadio Nemesio Díez de Toluca, por marcador de 4-0 (4-2 en el global).

Desde los primeros minutos, el equipo azteca fue un vendaval a la ofensiva en busca de la anotación que acortara la distancia, en tanto que el combinado centroamericano se dedicó a tratar de resguardar la ventaja conseguida en San Pedro Sula.

Sin embargo, el conjunto comandado por Javier “Vasco” Aguirre se complicó de más la situación por la falta de contundencia al momento de llegar y definir frente al arco rival.

Fue hasta el minuto 42 cuando los locales lograron romper el cero por la vía de Raúl Jiménez, quien luego de un centro de Orozco por la banda izquierda, apareció para cerrar la pinza y poner el 1-0.

La dinámica en el segundo tiempo no fue distinta y con un Honduras desgastado físicamente, México fue más asfixiante al jugar prácticamente en todo momento cerca del área contraria.

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Pero de nueva cuenta, la falta de paciencia y prudencia en el último sector del terreno de juego provocó que no llegara la anotación que empataría el marcador global.

No obstante, los catrachos no mostraban capacidad de reacción y al 71’, tras un tiro de esquina que desvió con la cabeza Raúl Jiménez, se hizo presente Henry Martín para mandar la pelota a las redes para el 2-0.

Honduras estaba moralmente derrotado y aunque intentó llevar la eliminatoria a los tiempos extras, no tuvo argumentos para sostener los últimos minutos y al 84’, Alexis Vega centró un balón que bajó de pecho Jorge Sánchez para definir con un potente derechazo que marcaría el 3-0.

Más con orgullo que con futbol, la selección centroamericana buscó el gol que estropeara los planes mexicanos, pero en tiempo de compensación cometieron un penal, mismo que fue ejecutado por Henry Martín para el 4-0 final y sellar el pase a semifinales.

Al final del partido se presentó un conato de bronca entre futbolistas y en el que también se vio involucrado parte del banquillo hondureño, así como aficionados que arrojaron objetos a la cancha.