Desde 2018, los cárteles mexicanos han diversificado sus operaciones, enfocándose no solo en el tráfico de drogas sintéticas hacia Estados Unidos, sino también estableciendo rutas hacia países europeos y naciones como Australia y Nueva Zelanda.
Un análisis del Centro Internacional de Investigación y Análisis Contra el Narcotráfico Marítimo (CMCON) revela que los nuevos mercados ofrecen ganancias significativamente más altas; en Europa, un kilogramo de metanfetamina puede alcanzar los 20 mil dólares, mientras que en Oceanía ese mismo kilogramo se podría comercializar en hasta 190 mil dólares.
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El informe destaca que la creciente represión del tráfico de fentanilo en el continente americano ha impulsado a las organizaciones criminales a desarrollar nuevas sustancias sintéticas.
Esas drogas, que podrían ser aún más potentes y difíciles de detectar, responden a una demanda creciente entre los consumidores internacionales.
La organización InSight Crime ha observado que actualmente Europa y Oceanía presentan una oportunidad inigualable de ganancias para los narcotraficantes mexicanos.
A pesar de que los costos operacionales están en aumento, la demanda en esos lugares sugiere que el juego puede valer la pena. Específicamente, Oceanía está emergiendo como el mercado más atractivo, con autoridades australianas y neozelandesas señalando que el aumento en el flujo de metanfetaminas hacia sus países es de origen mexicano.
Ante esa situación, el CMCON hace un llamado urgente a las autoridades de México, Colombia y otras naciones sudamericanas, así como a las agencias de Estados Unidos, para que intensifiquen los esfuerzos de control y seguridad en las áreas críticas.