Argentina se unió al bloque de economías emergentes conocido como BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; sin embargo, esta decisión desencadenó una fuerte polémica y rechazo por parte de la oposición política y sectores de la sociedad.

La inclusión de Argentina en esta alianza trae consigo un inesperado aliado: Irán, un país acusado de estar detrás de los atentados terroristas que sacudieron Buenos Aires en 1992 y 1994.

La cumbre que tuvo lugar en Johannesburgo, culminó con la aprobación de la adhesión de Argentina, junto a Irán, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos, a partir del próximo primero de enero.

La inclusión de Irán ha avivado la controversia, por sus tensas relaciones con Estados Unidos y su apoyo a Rusia en el conflicto con Ucrania que ha fortalecido su vínculo con Moscú.

Sin embargo, la presencia de Irán en BRICS genera inquietud en Argentina debido a las acusaciones de su involucramiento en los atentados de 1992 y 1994 en Buenos Aires, en los que se le atribuye la autoría intelectual junto a Hezbolá.

Por su parte, Javier Milei, candidato presidencial argentino, declaró: “Nuestro alineamiento de geopolítica es Estados Unidos e Israel. Nosotros no nos vamos a alinear con comunistas”.

A cuatro meses de que termine el periodo de Alberto Fernández en la presidencia, la próxima elección en Argentina parece destinada a tener un impacto en la posición del país en este nuevo escenario.